lunes, 14 de julio de 2008

Me doy de baja

Soy usuario Mac. Tengo un maravilloso iMac de 20" en mi escritorio, un iPod y... no! no tengo un iPhone. El aparato es uno de mis próximas adquisiciones tecnológicas, cuando pueda hacerme con él en otras condiciones de mercado. A pesar de que el precio del móvil -que ha revolucionado el mercado y de la compañía que ha hecho que empiece a comer manzanas de verdad-, es muy bueno, la Tarifa Plana iPhone que impone Telefónica no lo es.

A parte de esto, yo he sido una de las miles de personas que ha dado su e-mail a Movistar para que le informara sobre las novedades del iPhone. Me han mandado 4 correos electrónicos consentidos, y en el momento de la decepción antes descrita, decidí, como es lógico, que ya no quería recibir más.

Lo normal es que, al recibir un correo electrónico comercial, el remitente ofrezca ejercer los derechos de cancelación u oposición a seguir recibiendo comunicaciones en el mismo, con un mensaje del estilo: si no deseas recibir más comunicaciones comerciales pulsa aquí. Sin embargo, Telefónica no lo hace, y no conforme con ello, tampoco permite la posibilidad de ejercitar tales derechos por e-mail. Fíjense en la cláusula:

Si no desea que TME le envíe promociones y ofertas de productos y servicios propios de movistar (...) en cumplimiento del art. 21.2 de la Ley 34/2002, de 11 de julio, de Servicios de la Sociedad de la Información y Comercio Electrónico, dirija un escrito a TME (...) llame al teléfono gratuito 4407 o entre en www.movistar.es.

La sorpresa es que en la web, sólo hacen referencia al envío del escrito y la llamada al número gratuito. Lo curioso es que el modo supuestamnete más sencillo para manifestar la voluntad de que no le manden a uno más publicidad (para no tener que escribir una carta, enviarla y demás), contra todo pronóstico, es una odisea: los pasos para ejercitar el derecho de oposición en el número de teléfono son: llamar y aguantar la retaila de lo estupenda que es Movistar mandandote publicidad para que estés al día, introducir números de la targeta SIM del móvil, recibir un SMS con un código de usuario, volver a llamar, introducir el código, ir pulsando 1 y 2 hasta llegar a la locución deseada y repetir la operación porque el servicio está saturado.

Ante tanta adversidad me ha surgido la inspiración para escribir esta entrada. Lo que más me llama la atención es que la compañía menciona en su cláusula la LSSI y no en la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD) para referirse a la forma de ejercer los derechos. Curiosamente parece que se han olvidado de lo que establece el artículo 22 de la LSSI cuando dice que (...) los prestadores de servicios deberán habilitar procedimientos sencillos y gratuitos para que los destinatarios de servicios puedan revocar el consentimiento que hubieran prestado. A mi lo de los 20 minutos al teléfono, no me parece tan sencillo como pinchar en un link o enviar un correo electrónico.
También, la LOPD, a través de su nuevo reglamento aprobado por el Real Decreto 1720/2007, también obliga a que se ofrezca un medio sencillo para ejercitar los derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición. El problema, como siempre es saber qué entendemos por un medio sencillo, ya que a Movistar le conviene que ese medio sencillo no lo sea y a mi me combiene que lo sea más. Todo es relativo.

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