viernes, 5 de diciembre de 2008

El timo de la promoción teléfónica

Por suerte, en mi casa cuento con Gas Natural. Digo por suerte porque así no vivo en la era glacial, como el hombre del anuncio que por cierto, tiene un nutrido club de fans en Facebook.
El caso es que tengo que solicitar que me pongan la U en el listín telefónico como explicaba Leo Nuñez, para evitar que cada semana me llamen todos los proveedores de internet, operadores telefónicos o bancos y entidades de crédito ofreciéndome el oro y el moro a las horas más intempestivas. En estos tiempos ya no valen solo los anuncios en la televisión o en la radio, lo que cuenta ahora es el marketing directo, una especialización de la publicidad para cada sector demográfico. Ejemplo: si usted vive en el Barrio de Salamanca de Madrid, la publicidad que recibirá será de bancos ofreciéndole nuevas tarjetas platino y diamantes, mientras que si vive en Vallecas, le ofrecerán dinero en el acto para lo que quiera o una batería de cocina nueva a un precio increible.
Pero en estos tiempos también no sólo corremos el riesgo de que nos importunen a la hora de la siesta para ofrecernos algo que no nos interesa ni escuchar, corremos el riesgo de que nos traten de timar. Se acabó el timo de la estampita. Ahora es el tiempo del timo de la promoción telefónica. Estoy convencido de que me pasan las cosas más insospechadas.
Ayer sin ir mas lejos, un suramericano llamó a mi casa preguntando por mí en nombre de Endesa y ofreciéndo una rebaja en el servicio actual del gas de 10 euros todos los meses. Esa cantidad es un buen ahorro sin duda, y aprovechándome de tal circunstancia, quise saber hasta donde llegaría todo esto. Supongo que se lo habrán imaginado, pero no se lo pierdan.
Para poder disfrutar de la fantástica promoción sólo tenía que darle a mi interlocutor mis datos de caracter personal completos y cuenta corriente bancaria "para su comprobación" ya que sólo se puede disfrutar si me doy de alta de forma telefónica.
Después de escuchar toda la perorata sobre las ventajas de darle mis datos y mi número de cuenta corriente (no me fuera a olvidar), en un tono muy entusiasta le dije que sí - sólo con imaginarme a mi interlocutor enchido de satisfacción ya merecía la pena -, pero ¡oh! ... una cosa, ¿cómo Endesa me ofrece tal promoción para clientes sin tener que cambiar la instalación a esa empresa? Porque no soy cliente de Endesa ¿sabe? ¡Ah, no! Qué equivocado estoy. Resulta que Gas Natural es el que me presta el servicio para estar calentito en casa y no despertarme con pingüinos bailando en mi habitación, y Endesa quien me lo factura. ¡Fíjense qué cosas!
Ante la insistencia, - y permítanme ya utilizar la expresión que vengo conteniéndome desde hace líneas -, del presunto estafador, le comenté, ya en un tono menos entusiasta y más inquisitivo, que me explicara cómo era posible que me ofrecieran tales ventajas a mí, que ni siquiera era el titular del contrato del gas y cómo era posible que teniendo supuestamente mis datos delante para su comprobación, no se diera cuenta que no tenía mis datos para su comprobación, puesto que no era titular de ningún contrato de gas ni con Endesa ni con Gas Natural... tras esto lo siguiente que pude escuchar por el auricular fueron los tonos de finalización de la llamada.
El problema es que el objetivo de este tipo de estafas, no somos ni ustedes ni yo, son las personas mayores, y las personas humildes que realmente necesitan ahorrar 10 euros al mes y que se pueden creer las palabras amables del timador. Un consejo, sigan las instrucciones de Leoplus y algo evitarán.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi me ha pasado lo mismo pero en vez de Endesa y Gas natural con Fenosa e Iberdrola. Y lo más gracioso de todo es que en mi edificio hay calefacción central (pagamos a la comunidad) no a la compañía directamente.

¿Esto no se puede perseguir?

Anónimo dijo...

yo prefiero no seguir las instrucciones de leoplus,me ha recomendado un mesoncito en betanzos que vaya timo

Marcos Mª Judel dijo...

La mejor forma de perseguirlo es llamar enseguida a tu proveedor de lo que sea (luz, gas, agua, internet, cable) y comunicarle lo que está pasando. Si además puedes aportar el número desde el que te han llamado, mejor.
Yo lo hice y a los dos días una señorita muy amable me devolvió la llamada agradeciéndome la información e indicándome que se habían puesto en contacto con la policía y denunciado el hecho.

Si uno se ve envuelto efectivamente en la estafa, lo mejor será en este caso acudir a la policía directamente.