sábado, 28 de junio de 2008

Distintas formas de Justicia

Una de las grandes ventajas de representar los intereses de clientes por toda la geografía española, es sin duda, conocerla. Esta semana ha tocado celebrar una vista en Puertollano (Ciudad Real), y con ella, conocer también no sólo el pueblo, la Fuente Agria (si bebes y te gusta, volverás a Puertollano), las gentes, sino también otra forma de vivir los tribunales.

Desde el primer contacto con el edificio de los juzgados, no hay ni rastro de estrés pre-juicio, ni rastro de prisas por empezar, cumplir y ¡siguiente! nada de postureo y escaparate de letrados alardeando de sus grandes casos a las puertas de las salas... simplemente un ambiente tranquilo, despreocupado y hasta desenfadado, que transmite, contagia y embarga a uno en ese mismo estado, tan lejos de las prisas de las grandes ciudades.

Dentro de la sala, más de lo mismo, jueces y fiscales más cercanos a las personas, con más tiempo de intentar conocer los problemas, conscientes de que esas personas no son meros números de expedientes y que es importante hacer las cosas bien. Y eso también se transmite. Pero esto en las grandes ciudades, donde el ahogo de casos y expedientes saturan los juzgados, a los funcionarios, a los jueces y hasta a los abogados mismos, impide que la Justicia se imparta de un modo más humano y cercano, y a veces mejor.

Foto: Amanecer en un pueblo del recorrido de AVE Madrid - Puertollano tomada a 315 km/h.