Cada vez que me llega una demanda, no dejo de asombrarme por algo. Pocas han sido las veces en las que uno se encuentra con un hueso duro de roer, con una demanda perfectamente estructurada, fundamentada con hechos documentados y alegaciones que ponen a uno contra la pared y que hacen que saque la mejor técnica juridica para tratar de zafarse de una posible condena. Como digo, cada vez que llega una demanda me asombro; unas veces por la gran cantidad de demandados inecesarios, otras porque no están los que deberían, cantidad de veces por falta de legitimación activa o pasiva, por pretensiones desorbitadas o miserables e incluso por falta de competencia territorial o material de los tribunales, pero lo que nunca había visto, haasta ahora, era una demanda a una compañía de seguros por un accidente cuya póliza estaba contratada dos meses después del mismo. ¿Se lo pueden creer? ¡Qué fácil es ejercer esta profesión!
Sin embargo, no me asombro cuando cada vez llegan más asuntos relacionados con la contratación electrónica: incumplimiento de las condiciones generales, falta de servicio, no entrega del bien adquirido por Internet, desconocimiento de las normas de las páginas, cargos a cuentas bancarias de forma fraudulenta...
Ante esta creciente ola de problemas relaccionados con la compra de bienes o servicios por Internet, cabe hacer, aunque sólo sea de forma somera, unas recomendaciones básicas para evitar desagradables consecuencias, que aunque muchas tienen una solución beneficiosa para el usuario, llevan tiempo:
- ¿Es indispensable contratar por medios electrónicos? Esto es lo primero que debe pensar y valorar, ya que dependiendo de quien sea el ofertante, existirá o no un riesgo. Por ejemplo: comprar los billetes del AVE a Sevilla para el juicio de mañana se puede hacer por Internet, ya que Renfe cuenta con el protocolo SSL (Secure Sockets Layer).
- Lea e imprima las condiciones generales de contratación (o las particulares en su caso). Si hay algo que no le guste nada en las mismas, absténgase de seguir adelante. En muchos casos se dice que no se admiten devoluciones, que el usuario exime al vendedor de toda responsabilidad y que renuncia al derecho de desistimiento, etc. Lo mejor buscar a otro proveedor. Imprima los textos legales y guardelos con celo, pueden servir de mucho ante una reclamación.
- Tener una tarjeta bancaria con un seguro especial para comprar por Internet es muy útil en caso de estafa, pues el banco se hace cargo de devolver el dinero y repetir contra quien sea el causante de aquella.
- Cuando se ejerza un derecho como el del desistimiento de la compra (en 7 días sin tener que alegar nada) es recomendable ejercitar además el derecho de cancelación de datos personales, ya que puede ser una medida de posterior presión en caso de que no se atienda la misma.
- Generalemente, ante un incumplimiento de las condiciones generales de contratación por parte del vendedor o prestador del servicio por Internet, el procedimiento a seguir será basicamente un tema civil. Sin embargo lo óptimo siempre será que en caso de que exista una incidencia, se denuncie la misma en Consumo y luego ya veremos.
2 comentarios:
Precisamente hoy he tenido un problemilla con Spanair, ya te contaré. Muy oportunos tus consejos, amigo Judel.
Un abrazo.
He tenido la suerte de coincidir en juicio, como codemandados, con abogados de Spanair aquí en Madrid. Algo podremos hacer. Un abrazo.
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